El velocista estadounidense Noah Lyles se coronó campeón en los 100 metros planos masculinos en los Juegos Olímpicos de París, superando al favorito jamaicano Kishane Thompson por apenas cinco milésimas de segundo. Con este triunfo, Lyles pone fin a una sequía olímpica de 20 años para Estados Unidos en esta prueba y consolida su posición como superestrella del atletismo.
La carrera fue emocionante, con un grupo apretado de corredores en la segunda mitad de la prueba. La victoria de Lyles no estuvo clara hasta que se anunciaron los resultados en la gran pantalla, mostrando una final fotográfica. El estadounidense Fred Kerley se llevó la medalla de bronce.
Lyles, conocido por su energía y momentos virales, celebró su victoria con entusiasmo, saltando y animando al público. Su triunfo es un hito destacado en su carrera y refuerza su posición como una de las principales figuras del atletismo mundial.
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