El pasado sábado 21 de mayo se jugó una vez más una épica fecha final en Inglaterra, en la cual dos grandes equipos pugnaban por el título. Por un lado, estaban los celestes de Guardiola que recibían a Aston Villa y dependían de ellos mismos para decir Manchester City Campeón. Por otro lado, estaban al acecho los Reds de Klopp, que tenían que ganar de local a los Wolves y esperar que los Ciudadanos no triunfarán.

En el Etihad Stadium el partido fue reñido, el City se vio sorprendido por Los Villanos con un juego bien ordenado y concentrados en cada una de sus líneas. Tanto fue así que se adelantó en el marcador y llegó a tener una ventaja de 0-2. Los de Pep no se resignaron y a los 72′ Gündğan descontó y le daba vida a los Celestes, que necesitaban un empate para declararse campeones (ya que el Liverpool en ese momento estaba empatando su partido). Luego, dos minutos después, Rodri igualó el marcador y el estadio era una algarabía. Los Citizens que ya celebraban, confirmaron su título cuando Gündoğan anotó el tercero para que todo el estadio gritara Manchester City campeón.

En Anfiel los Diablos Rojos hicieron su trabajo, golearon 3-1 a Wolverhampton al final de la jornada. Sin embargo, su victoria poco servía, ya que el Manchester City había ganado su partido. Es importante recordar que la diferencia entre el Liverpool y el Manchester City tan solo fue de un punto al final de 39 jornadas.

Al final Pep Guardiola consiguió un título más a nivel personal y los Blues consigue su séptima Premier League. Por otro lado Klopp y los Reds buscarán el título de la Champions League el próximo 29 de mayo, con lo cuál podría quedarse con dos títulos al final de la temporada: la Copa de la Liga Inglesa, que ya ganaron, y la Champions League

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